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15.5.08
ENTREVISTA A LINIERS
Durante el Saló del Còmic tuve la oportunidad de entrevistar a Liniers, el genial autor argentino creador de una de las mejores tiras de prensa de factura reciente, Macanudo. Liniers nos visitaba para presentar en persona Conejo de Viaje (Reservoir Books / Mondadori), un álbum que recoge parte de sus diarios personales, cuadernos que dibuja durante sus viajes. La entrevista, al igual que las realizadas a Ray Harryhausen o Melinda Gebbie, tenía como destino IcatFM, pero a diferencia de esas dos (breves por diversas razones) aquí dispuse de más tiempo y la facilidad de compartir el mismo idioma. Eso hace que la versión íntegra, que es lo que les dejo a continuación, sea bastante más amplia que lo que se emitió en su momento.
Lo cierto es que Liniers es un tipo feliz, simpático y la mar de accesible. Sus risas son frecuentes (tanto que indicarlas en el texto sería repetitivo en exceso) y de vez en cuando imita el acento castellano con voz engolada. Su carácter extrovertido hizo que muy rápidamente la entrevista tomara forma de una charla amigable que se hubiera prolongado más si no fuera porque yo tenía que salir pitando para la emisora. Les dejo con Liniers.
ABS: Hola Liniers, lo primero felicitarte pues has sido padre hace muy poco.
LINIERS: Recién recién. Todavía me cuesta estar acá y no con Matilda. Era lindo venir e hice el esfuerzo, pero es más linda Matilda.
ABS: Se llama Matilda.
LINIERS: Sí.
ABS: Como el personaje...
LINIERS: … de Roald Dahl.
ABS: Matilda va a reducir la capacidad del conejo para viajar.
LINIERS: Sí. Por lo menos van a ser viajes más cortitos, así que aprovecharemos para ir a lugares más caros, donde uno se pueda gastar la plata... bueno, no creo. Me parece que no iré a ningún lado.
ABS: Por experiencia sé que viajar con niños supone ir muy cargado.
LINIERS: Sí, es una mudanza, no un viaje. Me estoy empezando a dar cuenta.
ABS: Me llama la atención que un autor que tiene la obligación de hacer una tira diaria encuentre el hueco para hacer un diario en forma historieta.
LINIERS: Lo que pasa es que generalmente, cuando hago un viaje como este, en el que estaré diez días fuera, adelanto el trabajo y entrego todas las tiras y así los días que estoy viajando, a la hora de comer o por la noche antes de quedar dormido, anoto lo que me pasó durante el día. Son pequeños bocetos directamente a tinta, sin lápiz previo y sin tener que escribir de manera profesional, con la responsabilidad de que estén realmente bien, sino como salen. Y de esa actividad nacieron estos cuadernos.
ABS: La idea del dibujante que viaja con el cuaderno en la mochila y se detiene a dibujar lo que tiene ante sí es muy romántica, me recuerda a los naturistas de la botánica o la fauna.
LINIERS: El ratito que tenés para sentarte a dibujar una viñeta en el cuaderno, como puede ser copiar un paisaje durante quince o veinte minutos, te lo guardas de una manera que no te lo guardarás si le sacas una foto.
ABS: ¿Y por qué se decidió publicar estos cuadernos? Porque esto en principio era una cosa que tú hacías para ti.
LINIERS: Sí, la verdad es que ya tenía varios cuadernos cuando los vio mi editora acá, en Barcelona. Y me dijo «tío, esto hay que publicarlo» (imitando el acento español). Me pareció muy simpático su entusiasmo, pero primero sospeché que quizá fuera porque ella aparecía en el cuaderno. Pero efectivamente, se entusiasmó tanto que ha acabado publicado en una edición muy linda.
ABS: Una de las cosas de Macanudo que más me gustan es como rompes estructuras habituales de un formato aparentemente rígido como es el de la tira. Demuestras tener un control, o eso parece. Conejo de Viaje se sale de tu habitat natural. ¿A partir de aquí te planteas la idea de un álbum, una historieta larga, de salir del marco de la tira?
LINIERS: Me gusta mucho la novela gráfica. Soy un gran consumidor del formato. Me gustaría, cuando sea grande, poder hacer eso, aunque por ahora no me sale; lo que sí tengo, en Buenos Aires, es una historieta larga que se publica en una revista que vende gente que vive en la calle. Me pidieron si podía hacer algo e inicié esa historieta continuada. Así que cuando acabe será una especie de novela gráfica, pero muy rara (se trata de Posters y se pueden ver algunas páginas buscando por aquí). En algún momento me gustaría mucho hacer algo así, lo que pasa es que la tira diaria te exige tanto tiempo de trabajo que luego es muy difícil disponer de la concentración que requeriría una obra de ese tipo, pero ya se dará el momento.
ABS: Aunque lo que se explican son viajes, aparecen tus amigos, tus lecturas. Revelas parte de tu intimidad, aunque lo que expliques sea tenue. ¿No te da pudor, vergüenza?
LINIERS: Hay un nivel, no tanto de vergüenza sino que te da como media impresión tener que mostrarte, y sobre todo que salga, porque la verdad es que aparecemos mi mujer Angie y yo porque los cuadernos los hacía para mí, para quedármelos, poder leerlos dentro de diez años y divertirnos haciendo memoria; pero en ningún momento he pensado, porque me costaría mucho, llegar a mostrarme al nivel de dibujantes como Jeffrey Brown o James Kolchalka, por ejemplo, autores que realmente ponen toda su vida en el papel. Yo mismo acabo de tener una hija y me cuesta mucho dibujarla, trato de dibujarla lo menos posible porque me da que es algo mío.
ABS: De hecho, al hacer la selección habrás descartado cosas por alcanzar ese nivel de intimidad.
LINIERS: Sí, hay un montón de cosas que saqué, muchas cosas que me quedo para mí; al fin y al cabo yp me uso en la tira de la misma manera que uso personajes que invento. Cuando Enriqueta dice algo, lo estoy diciendo yo, que soy el autor, de la misma manera que cuando dice algo Mafalda, lo dice Quino. Cuando digo algo como Conejo también es como si fuera un personaje. Y generalmente no muestro demasiado, hay un montón de cosas que me han pasado en los últimos años que no aparecen en las viñetas porque no tengo ganas de mostrarlas, sobre todo el dolor, cuando hay una pérdida en la familia y cosas así, que protejo.
ABS: La única cosa relativamente dolorosa que aparece en Conejo de Viaje es algún momento de la aventura en la Antartida en la que pasáis por condiciones climáticas duras y mucho frío.
LINIERS: Se puso fresquito. Pero ese viaje, en realidad, fueron 21 días con una sonrisa de oreja a oreja pensando «no puede ser que esté acá, en este lugar».
ABS: A mi me daría miedo, supongo. Estoy muy obsesionado con los relatos de horror que pasan en ambientes nevados.
LINIERS: Así te dará miedo El Resplandor.
ABS: También. Hay algo inquietante en estar sólo en medio de la nieve.
LINIERS: Es muy impresionante, porque son miles y miles de kilómetros en donde sabés objetivamente que no hay un solo cartel de publicidad, no hay un solo McDonald’s, no hay una sola persona. No hay nada excepto 200.000 pingüinos.
ABS: Y estaciones abandonadas.
LINIERS: Se las come la Antártida. Pasas por lugares y en algunos están los tipos ahí, pero hay un montón de estaciones abandonadas; es como que los echó la Antártica, que es tan árida como genial, pero como una persona que no aguanta las visitas y al par de días te dice «¡ándate!».
ABS: Siempre viajas acompañado de lectura. Qué has traído en esta ocasión.
LINIERS: Antes de coger el avión justo acababa de terminar la tercera entrega de Alatriste. Venía como aventurero español, como Alatriste (imita el acento castellano), y llegué muy contento porque tenía que comprar cómics por necesidad, para tener algo que leer. Me he comprado la biografía de Kikí de Montparnasse, buenísimo, y uno de Joann Sfar: El valle de las maravillas.
ABS: ¿Te gusta Sfar?
LINIERS: Sí, es una bestia. Me gusta mucho lo que están haciendo ese grupito de franceses: Sfar, Blain, Trondheim. Es como la nouvelle vague en cómic.
ABS: Par acabar, y con tanto viaje… ¿cómo afecta el jetlag a un dibujante?
LINIERS: Se pone más interesante. Siempre es bueno trabajar con el cerebro medio descolocado. Por lo menos hay más sorpresas, aunque no siempre buenas.
Nota: parte del material gráfico está pillado de aquí y de aquí, claro.
Hola!! Excelente entrevista. Adoro a Liniers desde su principios, es más... recuerdo que me compré "Bon Jour" y tmb me encantó.
ResponderEliminarTengo prácticamente todas las tiras de "Macanudo". Sus historias -pequeñas pero grandiosas- siempre fluctúan entre lo tierno, lo cómico, lo poético y lo reflexivo.
A veces son también fuente de debates filosóficos o planteos existenciales, ¿no?
Justamente escribí un pequeño "homenaje" al autor, junto a una nota personal, en mi blog de literatura. Si les interesa darse una vuelta, los invito a leerla y comentarla:
http://www.viajarleyendo451.blogspot.com.ar/2013/06/liniers-lo-maravilloso-de-lo-simple.html
Aprovecho a mencionar que también si quieren pueden seguirme en:
https://www.facebook.com/sivoriluciano
Subo notas de literatura, cine, humor y cultura en general. Saludos!!
Luciano.