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13.2.08

WE WANT THE AIRWAVES #02/08


El audio de la sección de cómics del Cabaret Elèctric de ayer pueden descargarlo aquí. En seguida les listo y aboceto mi opinión sobre los tebeos comentados anoche (en tono siempre más divulgativo), que podemos dividir en dos grupos: clásicos y autobiografías. Pero antes me gustaría comentar la anécdota vivida con Gervasio Sánchez, corresponsal de guerra y fotógrafo español al que estaban entrevistando por Vidas Minadas, la exposición que presenta en el CCCB. Antes de mi sección hay siempre una entrevista, y me hacen pasar al estudio (cargado de tebeos que enseñar a la webcam) cuando esta finaliza. Aunque no se oye en el audio (pues corresponde a la entrevista) salió el tema de los cómics sobre la Guerra de los Balcanes (que siempre me ha interesado). Luego, con el micro cerrado, Gervasio Sánchez me comentó si conocía a Oesterheld, pues hacía una semana que se había entrevistado con su viuda (al parecer, está preparando un reportaje sobre despaarecidos en Argentina). Quiso la casualidad que precisamente llevaba al programa la edición española de Ernie Pike, que entusiasmo al periodista y fotógrafo y que se quedó un rato ahí sentado hojeando el álbum. De hecho, el audio se inicia con su participación. Cosas que pasan. Les dejo con los tebeos de anoche.

Sin City de Frank Miller (Norma), con motivo de la edición en catalán. Bueno, a estas alturas poco se puede añadir al respecto. A mí siempre me ha gustado mucho, y aunque muchos dicen que las últimas entregas eran más de lo mismo, yo las disfruté mucho. Así que podemos definirlo como un Clásico Moderno.
Cuentos Vivos de Apel·les Mestres (Glénat). Una maravilla de hace 125 años, ejemplo de lujo de los primitivos autores de nuestra historieta. Me ha sorprendido su frecura, el uso del humor absurdo y la violencia de algunas viñetas, además de parecerme una clara influencia del gran Coll y del tono del posterior TBO. Imprescindible para aficionados e interesados en la historia del tebeo español.

Ernie Pike de Hugo Pratt y Héctor Garcia Oesterheld (Norma Editorial, 4 volúmenes editados hasta ahora). Lo cierto es que la relectura me ha atrapado cosa mala. Un tebeo bélico de los 50 que rompía la tradición propagandistica, con un Hugo Pratt excelso (en documentaciópn gráfica, en expresividad del horror) y un Oesterheld contando historias sobre seres humanos. Imprescindible.

Por Nuestra Cuenta de Miriam Katin (Ponent Mon). A la sombra de Maus, un buen relato autobiográfico sobre el Holocausto judio. Miriam Katin rememora su odisea infantil (tenía tres años), acompañando a su madre en una huida desesperada por la Hungria ocupada. Magnífico y expresivo blanco y negro y un punto de distanciado, pese a la implicación emocional, que se aghradece. Está bien.

Fui Hija de Supervivientes del Holocausto de Bernice Eisenstein (Reservoir Books – Mondadori). No es un cómic sino una novela ilustrada. Tiene detalles de interés al narrar cómo la condición de supervivientes de los campos marca completamente el círculo de amistades familiar y la educación recibida, convirtiendo a Bernice en una adicta al holocausto (en sus procias palabras). Aún así, me ha costado mucho leerlo con interes. Poca cosa.

Chino Americano de Gene Luen Yang (La Cúpula). Línea clara de agradable tono indie y bonitos colores para la historia de un descendiente de chinos que se siente tan americano que reniega de su condición racial. La historia se alterna con la leyenda del Rey Mono y con un primo que resume el estereotipo del chino maleducado y chillón. Interesante.

El Pequeño Polio de Farid Boudjellal (La Cúpula). La verdad es que me ha gustado mucho. El autor rememora su infancia en Toulon (Francia) como hijo de emigrantes argelinos durante el conflicto de independencia de la antigua colonia. Descubre así su condición étnica al mismo tiempo que su fascinación por los tebeos. Muy coral, desborda mediterráneo en cada viñeta. Recomendable.



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