ESPECIAL INFANCIA

En esta improvisada semana de los asombros en la que ando liado sin aviso previo y con la que estoy disfrutando (espero que sea recíproco), les dejo una recopilación de aberraciones publicitarias con niños por en medio; y es que se empieza con juguetes educacionales para que las niñas interioricen el (excitante) futuro laboral que les espera, y se acaba dejando a su alcance revólveres con los que proteger a sus ositos; se empieza dándoles coca-cola a tierna edad y luego, como no pueden dormir, se aconseja un tranquilizante por vía rectal u oral, el Nembutal, para que alcancen largos y dulces sueños. (Mr. Sandman, bring me a dream, bung, bung, bung, bung). A veces se trata sencillamente de que los efectos secundarios son más importantes que los primarios. Es el caso de la Torazina, un antisicótico y antiansiolítico que, mira que cosa, puede tener su utilidad para con los niños vomitones. Siguiendo esta línea, ya no extrañará a nadie que se anuncien lubricantes sexuales con niñas precoces con ositos (a los que antes protegían armadas). Al fin y al cabo, se ha empezado dopándolos desde pequeños. Para no dejarles con una imagen tan traumática como final, concluyo con la portada de un vinilo que explica a los padres cómo deben explicar la sexualidad a sus hijos. Metalenguaje retroposmoderno: educar a los padres para educar a los hijos. Quizás ahí empice todo. Es la Sociedad Borderline, amigos, en una de sus facetas más sibilinas y terribles.