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1.12.07

POR QUÉ NO TE DEJAN SUBIR AL AVIÓN CON TU DISFRAZ DE CALAVERA ENCARNADA


El otro día, como quien no quiere la cosa, así de refilón, les colaba un enlace a Guerra Eterna. En Mano de Imbéciles se llama el post. Aunque me desvío, reconozco que lo que más me impactó de su lectura es esto:
"Un guardia de seguridad expulsó a un hombre de un pub en Cairns, Australia, porque estaba leyendo la novela “El terrorista desconocido”. Algunos clientes se habían puesto nerviosos."

Lo sorprendente no es el nerviosismo ante la lectura borderline, no. Lo sorprendente es que se acojonan en ¡Australia!. BuMeRaNg BooMbA. Pero a lo que iba: desde que el siglo XXI dió sus primeros pasos que la espiral borderline se ha convertido en la resaca chunga del mineralismo (despojada de la belleza lúdica y filosófica que implica tamaña performance con mensaje). Ya no se pueden subir líquidos y el club de la lucha scheeuit!) ve cercenada su glicerina de joven castor. Y ahí refunfuñas, en la cola de embarque, obligado a beber tu botellín bajo en sodio antes de embarcar. "¡Pero qué pasa!" repruebas por lo bajini. Pues mira, que sepas que quien esto escribe ya tiene una edad y que esos cabrones de las aereolinas (federales) nunca me han dejado subir con mi disfraz de calavera encarnada. Como lo lees: nunca. N.U.N.C.A. De hecho, veinte años antes a mi nacimiento ya no dejaban subir a bordo a nadie disfrazado de calavera encarnada. A nadie. A N.A.D.I.E.

1946 marco un antes y un después en la historia de la coacción democrática de las libertades civiles. Y no leerán sobre ello en libros ni manuales de Educación para la ciudadanía. No. N.O. Crimson Ghost, el Fantasma Escarlata, maravilloso serial de la Republic, fue el detonante. Y no por el glorioso festival de ritmo y sopapos (y destrozo de mobiliario doméstico) que despliega... y que sin duda encontro en la Shaw (S.H.A.W.) Bros digna descendiente. No. N.O.



Si no te dejan subir al avión enmascarado calavérico con tu túnica roja es porque el Fantasma Carmesí, el Crimson Ghost, fue malo de la hostia. Pulp, sí, vale, muy bien, pero malo. Malo de la hostia. Malo de cojones. DeC.O.J.O.N.E.S. El Fantasma Carmesí (¡Sí!) era el granuja que desarrolló el Ciclotrón X, como lo oyes ¡! Un helicoide rayo de la muerte que pim y bum-baM. (¡BUM!) Y no sólo eso. Las chicas buenas sucumben cuando les pone el collar-doblega-voluntades. D.O.B.L.E.G.A. Las chicas buenas se ponen sumisas y se balancean como zombis en medio de la escena. Féminas zombis aleladas que te las follarías por eso mismo. Necrofilia tácita que le dicen al tema. Aún más. El Fantasma carmesí (¡en blanco y negro!) no quiere destruir el mundo. ¡NO! (...) Lo quiere es venderSELO todo a los rusos. A los rojos. R.O.J.O.S. ¿Lo entiendes ahora? Eisenhower lo entendió redondito, y mientras las bombas H (H.A.C.H.E.) explotaban en el desierto de Nevada (y provocaban leucemia a John Wayne) (hijos de puta) a tí, a mí, a todos nosotros (A T.O.D.O.S.) nos prohibían, nos cercenaban la posibilidad (¡el derecho!) a subir a un avión vestidos con nuestros uniformes de calaveras encarnadas. Y todo porque los soviéticos tenían misiles (pitillo) como pollas. Así que no me vengas con agüitas embotelladas y mineralizadas de la era Bushjota.



Por cierto, Pueden ustedes descargarse y/o visionar Crimson Ghost, pionera obra visagra de posmodernidad poscinematográfica vía Stage Six. ¡Ah sí! ¡el trailer!

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