Hace ya unos meses que llegó a mis manos Teen-Aged Dope Slaves and Reform School Girls pero no ha sido hasta ahora que he podido disfrutar de su lectura. Editado por la desaparecida Eclipse Comics en 1989, este álbum recopilaba una buena muestra de historietas precode de principios de los 50 bajo dos premisas claras y contundentes: la delincuencia juvenil femenina y los riesgos de la necia droga para los adolescentes norteamericanos. El álbum mezcla cómics de naturaleza propagandista y educacional con otras de origen comercial realizadas por maestros como Jack Kirby o Harvey Kurtzman. Esta mezcla, más que confundir, difumina la frontera entre la propaganda de mensaje simple y maniqueo con el siempre gozoso terreno del exploit. Los mensajes siempre son claros (la droga es mala y el crimen no paga) pero la forma en que sus autores se detienen en el detalle escabroso y la inocente candidez de las historias hacen que, leídas cincuenta años después, sean piezas de culto para los aficionados a la subcultura pOp. He seleccionado algunas viñetas para recorrer con ustedes este tebeo de difícil captura.
1. REFORM SCHOOL GIRL
Dibujada por Louis Zansky, se trataba de una historieta de origen educacional editada con el apoyo de la Universidad de Columbia, aunque curiosamente tomaba prestado la mayor parte de su argumento de House of Fury, un clásico pulp de Felice Swados. Relata la historia de Faith, una complicada jovencita que mantiene una relación con un joven delincuente. Impepinablemente acabarán viendose envueltos en un tiroteo del que ella saldrá herida.
Lo mejor, sin duda, son las dos últimas páginas, en las que se explica como se reinserta en la sociedad trabajando a destajo en una factoría de costura en cadena. Nuestra chica ha vencido sus tendencias delictivas batiendo el récord de la empresa al frente de su máquina de coser. Encima, se reencuentra con Jeff, que también ha rehecho su vida alistándose en la armada. Ya por el buen camino, podrán fundar una familia.
2. TRAPPED!
Publicada originalmente en el número 27 de Headline (noviembre de 1947), sus autores son desconocidos. Va directamente al grano. Aquí tienen la segunda página (primera verdaderamente de historieta, ya que la anterior es una splash poco reveladora) en la que Bill, el joven estudiante protagonista, prueba por vez primera la marihuana en los lavabos del instituto.
El camino de la droga es veloz, y tras intentar infructuosamente que su novia también le dé a la hierba, Bill no tarda ni una página en dar el salto a estupefacientes de mayor enjundia. La heroína hace acto de presencia.
La adicción es rápida. Bill enseguida maltrata a sus padres...
... o les roba la cartera...
..., pero hay cosas que no se pueden ocultar por mucho tiempo, como las marcas de picos en los brazos.
Será encerrado en un calabozo junto a su camello, otro estudiante con la adicción más acentuada que tardará bien poco en ahorcarse bajo los efectos de la abstinencia (mierda, olvidé escanear estas viñetas). Bill recapacitará y decidirá ingresar en una clínica de desintoxicación ante la alegría de sus padres y su novia.
3. THE BOBBY SOX BANDIT QUEEN
También extraída del Headline 27 (la editorial era la bastante ignota Prize) adapta la historia real de una jovencita de diecisiete años que llegó a convertirse en uno de los delincuentes más buscados por el FBI. Lo mejor, pero, es descubrir a dos pesos pesados como Joe Simon y Jack Kirby trabajando un género que no cultivaron demasiado: el thriller policíaco.
Kirby, como no podía ser de otra manera, imprime la vitalidad y el ímpetu gráfico que le eran propios y que esta historia sobre una jovencita de gatillo fácil necesita. Les dejo la última viñeta, con la histórica frase que cerraba casi todas las incursiones de este tipo, Crime Never Pays, un abracadabra exploit nacido para justificar cualquier cosa explicada antes.
4. LUCKY FIGHTS IT THROUGH
Otra de las joyas de este álbum es esta historieta realizada por el gran Harvey Kurtzman para la Universidad de Columbia y, por tanto, con objetivos educacionales. Una historieta cuyo objetivo es prevenir contra... mejor lo descubren ustedes.
Lucky es un cowboy a punto de descubrir los tejemanejes del perfido Hank, el tipo al que le propinaba el puñetazo en la splash inicial. Hank, muy taimado, a contratado ha un prostituta para que seduzca a Lucky y lo tenga entretenido mientras comete sus fechorías. El problema es que el encuentro sexual de Lucky tendrá importantes consecuencias al día siguiente.
Lucky no hará demasiado caso a esos picores y sarpullidos y muy pronto conocerá a Sally, una grácil y cándida estrella del mundo del rodeo. El amor a primera vista hace acto de presencia.
Y en una noche romántica se acercarán a escuchar una canción, real y que Kurtzman reproduce íntegramente en una splash de dos páginas. Los estribillos finales revelan lo que le sucede a Lucky al ritmo de Only a Doctor can Cure Syphilis.
La canción hace reflexionar a nuestro vaquero. Los picores y los sarpullidos... ¿Será la sífilis?
La visita al médico confirma las peores sospechas.
Pero Lucky, que es un señor, no oculta su enfermedad a Sally. El disgusto de la muchacha, claro, es importante.
Pero no se preocupen. Lucky seguirá el tratamiento a rajatabla, curará su enfermedad, salvará la vida de Sally (amenazada por el pérfido Hank), recuperará su amor y fundará una familia de rubios retoños (mierda, otra viñeta que debí haber escaneado).
5. GUN HAPPY
Publicada en el quinto y último número de Crime Detector (1954), es la historia de dos hermanos fascinados por las armas de fuego desde niños. Uno se hará policía y el otro se alistará al ejército para combatir en la Segunda Guerra Mundial. A su regreso conocerá a la hermana de un compañero fallecido un combate.
La muchacha resulta ser una mujer fatal aficionada a la buena vida, y no tardará en invocar el fantasma de las armas, impulsando a su pareja a una vida de robos a mano armada para continuar con los lujos y el glamour. El conflicto entre hermanos (recuerden que el otro era policia) está servido, y recuerden, pese a todo, el crimen nunca paga.
6. I WORKED FOR THE FENCE!
Una nueva entrega de Simon y Kirby jugando a la serie negra, y utilizando uno de esos títulos en primera persona que luego tanto utilizarían en sus fantásticas historias de monstruos gigantes para la Atlas (justo antes de convertirse en la Marvel). La historieta, pero, procede del Headline número 28 y explica la historia de una chica que trabaja haciendo de enlace para el tráfico de joyas robadas.
Como es lógico, acabará implicada en actos delictivos más violentos y dará con sus huesos en prisión, donde se rehabilitará fregando suelos sin perder la presencia y prestancia de las rotundas heroínas dibujadas por el gran Jack Kirby.
7. REX MORGAN EXPOSES THE TEEN-AGE DOPE SLAVE
Para cerrar este fantástico álbum, una sorpendente historieta con guión de Martin Bradley y dibujos de Frank Edgington, publicada originalmente en el primer número de Harvey Comics Library (abril de 1952). Es una historia extensa de 31 páginas de comprimidas viñetas (5 paneles de tres viñetas cada uno) en la que se describe con todo lujo de detalles la caída de un prometedor universitario en el agujero de la necia droga.
Bruce está enganchado a la aguja y no duda en pedir dinero a su recatada novia, que ignora a qué se deben sus estraños cambios de humor y salud.
Fíjense, por ejemplo, en la página que les dejo aquí abajo. Bruce está inquieto. No puede estudiar. Necesita droga. Se inyecta y se queda relajado, a gusto, pero sin poder estudiar de nuevo. Es sorprendente como los autores plantean la escena con una tremenda sobriedad y con una narrativa casi matemática, me atrevería a decir que fascinados por las posibilidades gráficas de la adicción del muchacho.
Obviamente, tanto chute acaba provocando una sobredosis casi mortal y la pública revelación de su hasta entoces secreta adicción.
Bruce permanecerá en el hospital a cargo del doctor Rex Morgan, pero el temible camello acudirá con la intención de liquidarlo temeroso de que revele su identidad. Afortunadamente, las jeringuillas cargadas de droga pueden tener buen uso en manos de un valiente doctor.
Lo más sorpendente de todo es que, acabada la trama criminal, la historieta dedica ocho páginas (¡ocho!) a relatar meticulosamente el proceso de desintoxicación de Bruce, convirtiendose así en un rara avis, un tebeo extraño y bizarro donde los haya.
En 1954, muy poco después de la publicación de estas historietas, entraba en funcionamiento el Comic Code y ninguna de las aquí descritas hubiera pasado la criba. Ni siquiera las educacionales.
No se mostrará a los delincuentes de forma glamurosa ni ocupando una posición que cree deseos de emularlos.Más normas a incumplir aquí. Algún día me gustaría guionizar un tebeo que las incumpliera todas, una a una, con la exasperante matemática de Teen AGe Dope Slave.
No hay comentarios:
Publicar un comentario