Los lectores de este Blog Ausente son un primor. Cuando anuncié por aquí elembarazo de doña absenta uno de ellos, que prefiere permanecer en el anonimato, decidió enviar al Correo del Zar con un presente para festejar la buena nueva: una botella de Umbretus, estupendo espumoso andaluz. El día de reyes, con absencito absorto con su castillo medieval y su expreso transiveriano dando anacrónicas circunvalaciones alrededor, fue la jornada óptima para la feliz cata. ¡Gracias Lector! Les dejo con una instantánea tomada no ese mismo día, en la que Spaulding, absencito y servidor, enmascarados con sus mejores galas en el marco inigualable de la sala de estar ausente, rinden pleitesía a la genorisidad de ese lector anónimo.
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