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29.10.06
EL HORROR ESTÁ DENTRO DE UNO MISMO: ENTREVISTA A HIDESHI HINO
Uno, por muchos tebeos y películas que vea, siempre será un ignorante. Por eso, en parte, me sigo sumergiendo en mundo de ficción ajenos: hay mucho que disfrutar y descubrir. Hace un año casi desconocía la figura de Hideshi Hino, y ha sido gracias a la publicación por parte de La Cúpula de algunos de sus mangas (El Niño Gusano, La Serpiente Roja, Panorama Infernal) que he descubierto a uno de los más portentosos y personales creadores de horror puro. Parece mentira, pero en apenas unos meses las historietas de Hino me han poseído e inquietado como pocas cosas. En mi infancia era yo un niño que disfrutaba con los cuentos de miedo, y devoraba todo lo que caía en mis manos. Cuentos, novelas, películas. Y aún así, el descubrimiento de este autor japonés, nacido en 1946 y con buena parte de sus obras maestras publicadas en los 80, me ha dejado tocado. Fascinado. La imaginería malsana, sangrienta, perversa y salvaje que destila en sus obras, aunada a la tradición estilística del manga, en este caso concreto nítida y con un punto gráfico de inocencia infantil, genera con esas historias e imágenes terribles, un cóctel creativo y molotov de terror puro. Hay en sus obras algunas de las viñetas de horror más poderosas que he visto en décadas.
Hideshi Hino ha sido uno de los grandes protagonistas del Saló del Manga de Barcelona que hoy terminaba. Su presencia y la exposición de algunas de sus planchas originales eran un reclamo de dificil escapatoria ante la fascinación que acabo de describir. Pero el destino es generoso. Gracias a la colaboración indispensable de don xp, compañero habitual en inumerables listas de correo desde hace años, he tenido la posibilidad de entrevistar al maestro del manga de horror, que también hizo sus pinitos en el cine gore. Mano a mano con xp, coautor de lo que viene a continuación, me siento orgulloso y honrado de la primera entrevista publicada en el Blog Ausente.
Hideshi Hino, en persona, no parece el tipo inquietante que traslucen sus historias. Vestido con una especie de cómodo kimono, con las tradicionales zapatillas y coleta japonesas, destila tranquilidad y una cierta paz interior, quizás porque, como él mismo decía en el epílogo de Panorama Infernal, durante años maldijo la herencia familiar (tremebunda y traumática, a juzgar por los numerosos retales autobiográficos presentes en su obra) y ahora se siente orgulloso de ella. Hino crea horror puro pero está en paz consigo mismo. Tras esta primera impresión, enseguida confirmada, se iniciaba el intercambio de preguntas y respuestas.
Pregunta: En las tres primeras obras editadas en España se concibe la famila como núcleo para el Horror. ¿Eso es común a toda su obra?
Respuesta: No en todas sale este horror familiar; sin embargo, el punto de partida común en todas mis obras está en las sensaciones mentales que tenía durante mi infancia y adolescencia.
P: ¿Es dificil desnudar esas sensaciones?
R: No. Las expreso con naturalidad. Todas mis obras están basadas en experiencias que tuve de joven, y forman parte de mí. Sólo yo puedo hacer estas historias. Aunque por su culpa me han encasillado en el género del terror y todas las editoriales me piden lo mismo.
P: ¿Y ha querido salirse de este encasillamiento?
R: Sí. A lo largo de mis cuarenta años como dibujante de manga de horror he escrito y dibujado 450 historias, y no todas son experiencias familiares o personales, ni tocan esos temas. (nota: Hino apunta que entiende como historia nuestro concepto de capitulo o entrega; así, por ejemplo, considera que El Niño Gusano son siete historias)
P: Es evidente que en sus obras introduce elementos de la tradición fantástica japonesa que al lector occidental se le escapan, pero leyéndo El Niño Gusano me pareció encontrar lugares comunes, cierto tono de cuento infantil siniestro, que tal vez podrían emparejarle con autores como Roald Dahl o Edward Gorey. ¿Los conoce?
R: No, ni hay influencia directa. Es casualidad. En El Niño Gusano la gran influencia es La Metamorfosis de Kafka.
P: Acabo de leer en el texto que preside la exposición que le dedica el Saló del Manga que una de sus primeras obras, La Enfermedad de Zoroku, produjo pesadillas y traumatizó a una generación de niños japoneses. ¿Fue así? ¿Cómo lo recuerda?
R: Zoroku es una de mis obras más representativas. Probablemente esa idea que comenta proceda de adultos, aunque recuerdo haber recibido la carta de un niño al que le dio mucha lástima el protagonista. Tanta que durmió abrazado al tebeo. Yo soy Zoroku y lo dibujé con 23 años. Puse todas mis energías para ver si era capaz de convertirme en mangaka. Estoy muy orgulloso de Zoroku: dejé toda mi carne y mi sangre durante un año, y eso que sólo son 39 páginas.
P: ¿Y qué obras destacaría de una producción tan extensa?
R: Mis tres obras más representativas, muy conocidas en Japón, son Zoroku, Panorama Infernal y La Serpiente Roja. Las hice sin ayudantes. Tardé un año con cada una de ellas.
P: ¿Cómo influye creativamente trabajar con ayudantes?
R: Lógicamente, cuando utilizas ayudantes tu obra pasa por otras manos y nunca acaba siendo como quieres, aunque tengas buenos ayudantes.
P: El final de Panorama Infernal, con el padre armado con un hacha, persiguiendo a toda su familia en medio de una nevada, me recordó El Resplandor de Kubrick, estrenada un par de años antes.
R: No soy consciente de esa influencia; y si existe, es involuntaria. Tenía treintaitantos años cuando la dibujé y, de hecho, el protagonista de Panorama Infernal soy yo (risas).
P: Usted explica que el visionado adolescente de la estupenda película Sepukku (comentada en este Blog Ausente no hace demasiado) le llevó a querer ser director de cine, pero acabó dibujando mangas.
R: Sepukku fue una gran influencia para mí y quise ser director de cine. Sin embargo, también me gustaba dibujar. Solía dibujar en clase, cubriéndome con el libro de texto para que no me vieran. Un día mi compañero de pupitre me puso un montón de hojas para que siguiera dibujando y el resultado fue un manga. Mi sueño era ser director pero no me podía permitir comprar una cámara de ocho milímetros, algo muy difícil para un estudiante de secundaria. Descubrí, gracias a mi compañero, que podía contar historias sin coste alguno, dibujando.
P: Pero curiosamente acabó usted dirigiendo dos entregas de Guinea Pig, un mito del gore con leyenda urbana de ser cine snuff, como Apocalipsis Caníbal.
R: No había presupuesto para hacer las películas. Yo quería una historia con principio, nudo y desenlace, pero el productor tenía como condición principal el tema económico. No había dinero para hacerlas, ni siquiera para poder utilizar un argumento al uso; debía limitarme a poner una cámara. Conocía el rumor de la existencia del cine snuff y al inicio del filme un texto mío predecía que el uso masivo de la cámaras de video domésticas, entonces en plena expansión en Japón, ayudaría a que que en un futuro no muy lejano se produjesen asesinatos grabados con cámara de vídeo. La película simula ser eso, una grabación snuff en ocho milímetros enviada por un fan de mis mangas. Al final, tras los títulos de crédito, aparecía en pantalla una advertencia donde indicaba que lo visto no era real, pero muchos no se percataron de ello. Dos años más tarde ocurrió el Caso Miyazaki, que resultó ser lo que predije: un asesinato grabado en vivo con cámara de vídeo.
P: ¿Le interesa el gore como género?
R: No. No me gustan las películas splatter como Viernes 13 o Pesadilla en Elm Street. Sí, en cambio, las películas que tienen algo más, como las de Frankenstein o las de vampiros, personajes que llevan sobre sus hombros la carga de ser monstruos.
P: Estos últimos años el cine de terror japonés triunfa en occidente ¿Cree o percibe haber influido en estas películas?
R: Hace unos años se pusieron a la venta en Japón, directamente en vídeo, seis películas basadas en mi obra. Acudí al rodaje y el director y los guionistas me confesaron estar muy influenciados por mi obra.
P: ¿Le interesa ese moderno cine de fantasmas japonés?
R: Los fantasmas no me gustan. No creo en ese tipo de fenómenos. El terror está en otro lugar: el auténtico terror está dentro de uno mismo y no fuera. No conozco casos de gente asesinada por fantasmas, y sí de asesinos que matan personas. La gente muere asesinada.
P: ¿Tiene pesadillas?
R: Apenas. Sueño con cosas bonitas. Con mis obras hago una especie limpieza. Paso todo el día dibujando mangas que ya son pesadillas, y si luego las tuviese durante la noche no podría seguir vivo.
Meneame
<span>¿Cuando volverá a España¿¿</span>
ResponderEliminar<span>¿En qué estás pensando...?</span>
ResponderEliminarHa venido en dos ocasiones, así que lo veo difícil.
Pues estamos de suerte, porque asistiré al XVI Salón del Manga como autor invitado ^.^
ResponderEliminar<span>¿En qué estás pensando...?</span>
ResponderEliminarCierto, nos visita por tercera vez, y el Saló incluye una expo de manga de horror muy interesante.
<span>muchas gracias por esta entrevista , es realmente jodido conseguir entrevistas de hideshi hino y su contacto aun mas </span>
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