En lo que parece una semana dedicada casi por entero al tubo visual, tercera entrega y tercer zombi. Sin querer, o no, he acabado manufacturando una trilogía de muertos vivientes variopintos. En esta ocasión les dejo con el zombi chivato de la maravillosa e inigualable
El Charro de las Calaveras. Y ya puestos, he dejado continuar el extracto con la escena siguiente: uno de los enfrentamientos del singular héroe mexicano con El Lobo Humano. Dos por uno. Estoy seguro de que no pueden pedirme más.
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