Continúa la borrachera tutubesca, a ver si así desgasto el invento y paso a reseñar b-movies que es lo mío. Aunque en esta ocasión la culpa es del gran C. Rancio, que me regala este maravilloso vídeo. Me dice que enlaza muy bien con las Vidas Ajenas. Pues claro que sí. Seguro que cualquier día de estos encuentran una biografía de algún émulo hispano. Al margen de la sorpresa inicial y del hermoso tono vintage, yo me quedo con la cara del interfecto durante la pausa. Esa mirada entre perdida y feliz me sumerge en los abismos de su cerebro. Y luego ya con la cháchara final uno se descubre ante un fenómeno freak surgido del white trash más profundo. Sensibilidad innata y manual para deleite borderline.
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