El sello, la estampita que se coloca en cartas y postales como contravalor del gasto de portes y entregas, es un mundo aparte. La Unión Postal Universal fue la primera gran organización internacional y acabó por integrarse en la ONU. El sello, además, comenzó a decorarse con todo tipo de motivos, ornamentales o conmemorativos. De hecho, el coleccionismo de sellos o filatelia, nacido en 1864, puede considerarse como punto de salida sin retorno hacia la pajerez acumulativa popular. Tienen un valor económico que les permite plantarlos en un sobre y viajar y un valor coleccionista: que si el ejemplar inencontrable, la rareza, la edición limitada... Y así ha sido durante más de un siglo. Pero si el video mató a la estralla de la radio, bien pudieramos decir que la pérfida red internet mató la galaxia filatélica, bueno, y la mensajería privada también. ¿Cuánto hace que no compran ustedes un sello para estamparlo en un sobre previo lenguetazo? Esta pregunta es la madre del cordero.
Mi experiencia coleccionista, ajena a filatelias, numismáticas o de vitolas de cigarros habanos, me ha hecho ver la figura del intermediario usurero. El que conoce el mercado y se enriquece con él y con la ley de unas ofertas y demandas muy particulares. Póngase ustedes a vender su colección completa deDossier Negro y ármense de paciencia. Al final, el valor que creían que tenía no será el que obtengan, acabará por presentarse en su casa un tipo desaliñado, mal afeitado, de mirada escurridiza (con tendencia a fijar el punto de vista en el trasero de su señora), aliento sospechoso, palillo o puro barato en la boca, vestido con pantalones de pana grises (que jurarán podrían caminar solos) y una americana de saldo de color azul marino. El tipo echará un vistazo y le hará entrega, en efectivo (el sacrosanto cash capitalista), de unos pocos billetes que sacara de un rulo más voluminoso de éstos sujeto con una goma de pollo. Meses más tarde pasearán ustedes por un mercadillo de segunda mano y verán al tipo vender su colección por quinientas veces el valor que les pagó por ella. Ese es el mercado del coleccionismo popular. Mucho más cercano al mundo de los trileros o a la reventa de entradas para un concierto exclusivo de Alan Parson Project que a las subastas de cuadros de Tapies en Lloyd's.
Es por eso que la idea de 350.000 personas invirtiendo sus ahorros en colecciones de sellos, sin llegar a verlos jamás (para más inri), me parece un sinsentido y una pena para la víctima inocente: si sólo por el hecho de ser más de tres centenas de miles de coleccionistas la cosa coleccionada pierde valor de inmediato. Además, con esa promesa del seis por ciento de revalorización anual garantizado. ¿Garantizado por quién? ¿Por una versión estéticamente adecentada del tipo del palillo y la americana azul marino antes descrito? ¿El que compra por el 10% del valor real y luego lo vende por el 200 %?
Aún así, hay que reconocer que el mundo de los sellos tiene una poderosa vocación de arte pop de serie bé con no pocas muestras de bizarrez de alta graduación: efigies de los grandes villanos de la historia prestas a viajar a los confines más recónditos del planeta, extraños simbolismos que, quién sabe, quizá formen parte de una mística conspiración masónica en pos de la saliva humana, celebración jubilosa de lo que sea, arte kistch y casi cualquier estampa pop que puedan ustedes imaginar. Es por eso que googleando con un poco de imaginación pueden encontrarse auténticas joyas, y como muestra esta bonita galería que he confeccionado para todos ustedes.
Por ejemplo, una cosa que llama poderosamente mi atención es que uno puede hacerse una consistente colección de villanos del mundo. Aquí tienen unas muestras: Hitler, Stalin, Francisco Franco o un Nixon pop-art que , encima, esta dividido y desmembrado de manera más original que ni una sopa Campbell warholiana.
Y qué me dicen de esto. Simbologías políticas aborrecibles convertidas en piezas de colección por gentes de moral intachable. El yugo y las flechas falangistas estampados en la mano alzada celebrando, con laureles del César, el 18 de julio. O la regia estampa del soldado alemán alzando la bandera nacional-socialista. Pop-praganda.
Voy a serles sincero. Esto no es un sello. De hecho, no sé qué coño es. ¿un naipe quizás? Yo andaba googleando "svastika stamp" y me ha salido. Y no lo he podido resistir porque es de un raro de cojones: Life, Light, Love & Good Look. Cupido, herraduras de la suerte y la simbología maldita de la esvástica. ¿Alguno de ustedes puede desentrañar el misterio?
ACTUALIZACIÓN: En los comments Josep M. Fernández me señala que esvástica procede del sánscrito significa etimológicamente "buena suerte" y Elena recuerda que se trata de un símbolo milenario utilizado por celtas, hindúes, media Asia y los nativos norteamericanos al mismo tiempo que pone ejemplos de su uso en el manga (Kabuto, La Espada del Inmortal y Nabuto).
La celebración del veinte aniversario de la victoria soviética en la segunda Guerra Mundial con un sello de estética constructivista que da gloria verlo.
La celebración del veinte aniversario de la victoria soviética en la segunda Guerra Mundial con un sello de estética constructivista que da gloria verlo.
El sello soviético conmemorativo del lanzamiento del Sputnik. Para ser un sello comunista no deja de ser curioso la carencia de símbolos claramente políticos, seguramente porque el primer satélite artificial dando vueltas alrededor de nuestro planeta ya lo es de por sí.
¿Y qué me dicen de esta bonita muestra de astronáutica soviética?
Para acabar este recorrido marxista nada mejor que un sello de Corea del Norte, de clara inspiración en el arte propagandístico pop del comunismo chino, con la estrella roja inspirando el honor y la honradez de los hombres de Kim Jong II, el oscuro dictador fanático del cunnilingus y guionista plagiario de Godzilla.
Entrando en el terreno de los sellos raros aquí tienen el de laPro Escuela Racionalista Vida Nueva, con una tipa en bolas con un fondo libertario.
O el primer sello triangular de la historia. Seguro que los illuminati andaban detrás. De hecho, a continuación les pongo unos cuantos sellos que estoy seguro que ocultan simbologías masónicas, gnósticas, ateas, rosacruces o yo que sé. Pero estos ejemplos de ilustración racionalista de tiralíneas seguro que ocultan algo. No puedo evitar conspirar sobre ellos.
La antorcha de la libertad iluminando el mundo en plena era fríatómica y la televisión lanzando ondas de control mental desde la Torre Eiffel.
Y el Congreso de Latino de Radiología de Barcelona.
En el loco mundo de los sellos también tienen cabida los líderes nacionalistas haitianos de aires crumbianos o el turismo rústico-exótico malasio, horrorosa muestra de photoshopeo filatélico. ¿Merece la pena invertir en algo tan atroz?
Nada menos que Bruce Lee y Chuck Norris. Esta grandiosa muestra de brucexploitation es un claro ejemplo de la mejor pajerez filatélica.
En el loco mundo de los sellos también tienen cabida los líderes nacionalistas haitianos de aires crumbianos o el turismo rústico-exótico malasio, horrorosa muestra de photoshopeo filatélico. ¿Merece la pena invertir en algo tan atroz?
Nada menos que Bruce Lee y Chuck Norris. Esta grandiosa muestra de brucexploitation es un claro ejemplo de la mejor pajerez filatélica.
Entrados en el terreno de las artes marciales, aquí tienen el primer sello con motivos judokas de la historia y a un letal Mickey Mouse blandiendo una de las 18 armas legendarias del kung-fu.
La devoción mariana también tiene su sitio en el loco mundo de los sellos, tanto en España como en Filipinas.
Los motivos religiosos no son exclusivos de la estampita cristiana. Un inversor filatélico de inquietudes antropológicas puede ahondar en los dioses malignos hinduístas y hasta en negros machos cabrios de considerables genitales que caminan a dos pies para mayor gloria de Belzebú y Anton LaVey.
ACTUALIZACIÓN: Elena me indica que de satanismo nada, que el sello del macho cabrio se limita a reproducir el escudo del cantón suizo de Schaffhausen. Snif. Por una vez la realidad resulta aburrida, prefiero pensar que sus habitantes se transforman en machos cabríos carnívoros la noche de Walpurgis.
¡Y que me dicen del sinpar e inugualable kistch hispano: trajes regionales, tauromaquia y los príncipes consortes del Reino!
¿Invertirían su modesta jubilación en estampitas de Dick York, uno de los maridos de Embrujada? Creo que es la prueba definitiva del sinsentido filatélico.
Osamu Tezuka, el padre del manga, no podía faltar en el apartado más blandipop del loco mundo de los sellos.
Tampoco la nave Enterprise de Star Trek. ¿Cuántos trekkies habrán puesto sus ahorros en el Forum Filatélico?
ACTUALIZACIÓN: Imperdonable por mi parte. Menudo despiste. Me olvidaba de mi querido Godzilla, uno de los grandes temas de este Blog Ausente. Gracias Scari Wó por enlazar a este sello en los comments.
El Doctor Extraño protagoniza el sello número trece, de la Marvel: cabalismo manual a distancia enganchado a lenguetazos.
ACTUALIZACIÓN: Imperdonable por mi parte. Menudo despiste. Me olvidaba de mi querido Godzilla, uno de los grandes temas de este Blog Ausente. Gracias Scari Wó por enlazar a este sello en los comments.
El Doctor Extraño protagoniza el sello número trece, de la Marvel: cabalismo manual a distancia enganchado a lenguetazos.
Ya que iniciábamos esta visita turística al Loco Mundo de los Sellos con los Villanos del Mundo, sepan que los villanos de la Marvel también tuvieron su colección exclusiva. El Doctor Muerte, Galactus, El Líder, el Manderín o el Superskrull atestiguan los últimos coletazos del coleccionismo postal: la captura de marvelzombies en las redes de la filatelia piramidal. ¿Si coleccionan tebeos de Rob Liefeld, por qué no van a coleccionar sellos?
Y para acabar, la gran lacra de la juventud: la necia droga. Buena muestra de la otra variante burocrática del concepto sello: la tasa en timbre para el control de tóxicos.
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