La fecha de hoy me repatea el estómago. Odio el 14 de febrero casi tanto como la Navidad. Ahora incluso diría que más, ya que la presencia de absencito me ha reconciliado con el afunfún afunfán y los peces en el río. El año pasado tomé la decisión de dedicar el post de este día de corazoncitos mercadotécnicos a Roger Corman. No se trata de declarar mi amor al genio de la serie Bé americana, que también, sino de una carambola mental: Corman fue el director de The St. Valentine's Day Massacre, reconstrucción de los hechos por los que sí merecería celebrarse el Día de San Calentín. Personalmente reivindico el 14 de febrero como un día dedicado a Al Capone y al Crimen Organizado, por un lado, y al cine de bajo presupuesto norteamericano, por el otro. Y, por favor, que alguien degolle a Cupido.
Desgraciadamente, mis premuras temporales me han impedido visionar y reseñar como merece cualquiera de los títulos del maestro, así que debo acudir a la metáfora visual de la mano de esa modesta joya del autocine que es The Wasp Woman. A continuación tienen dos fotos con las que perventir el concepto del enamoramiento. La gramática invisible con que se vincula la narrativa visual del cine clásico configura el plano/contraplano como forma de expresar la tensión romántica entre dos personajes. Es muy sutil pero es, compruebenlo cuando quieran. Pepita entra por la puerta y Pepito la ve, se suceden primeros planos y primeros contraplanos de ambos personajes y el espectador ya sabe que se da un requisito muy importante en las cosas del amor: atracción. Esta función del primer plano, funciona para con todos los géneros cuando la situación es normal y nada perturba la normalidad. Pero si la normalidad se resquebraja, si lo anormal hace acto de presencia, entramos en los parámetros del género fantástico. Así, el primer plano pierde el concepto romántico y se convierte en la amenza a la normalidad que realmente es. El horror del ser que te ama y desea ser correspondido avanzando hacia tí. Ya sea un zombie, un vampiro o una mujer avispa, como es el caso. Tan sólo te queda gritar. La siguiente foto es el resultado. El beso. Supongo que no necesita explicación. Sean valientes.
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