Y éste es el otro gran documento que les dejo para que se entretengan, mediten y me entreguen sus razonados comentarios durante el inminente fin de semana. De nuevo un texto de 1954 y de nuevo dedicado a hablar de inventos, aunque esta vez italianos. O eso dice el titular, porque leyendo el texto también se refieren a suelo francés, pero bueno, supongo que el impulso de poder colocar lo de El País de Los Macarrones en el titular es poderoso.
Como verán, se habla de tres nuevas invenciones, y es que el progreso humano no conoce fronteras. El primero de ellos, el puro supersónico alimentado por aire, no tiene desperdicio. Inenarrable. Indescriptible. Impresionante. Los otros dos ya no producen el mismo efecto, claro, seguramente porque pasados cincuenta años no nos sorprenden. ¿Pero qué me dicen del tono? Alguien dijo que el Futuro ya fue y fue en los Años Cincuenta. He aquí una muestra. El sentido de la maravilla con que se habla del uso habitual de helicópteros es una pequeña joya. Tampoco tiene desperdicio ese poético arrebato final, en el último párrafo. Preparen sus comenatrios de texto sobre el tema, a mi regreso estaré ansioso por leerlos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario