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6.7.05

Vidas Ajenas (III)



Josep Lluis Formiguera i Maristany se convirtió en nacionalista catalán moderado gracias a su afición al Fútbol Club Barcelona. Su trabajo como representante de bebidas isotónicas le permitía cierto contacto con el mundo del deporte, o así quería creerlo. La cruda realidad es que la espera hasta el siguiente partido de su equipo se le hacía eterna y sólo las partidas de dominó del jueves por la tarde con su amigo Juan Luís Caparroso paliaban en algo su impaciencia. Le aburría un poco ganar siempre gracias a su prodigiosa memoria, constatable también por su capacidad para recordar todos los resultados, en liga y copa del rey, del club de la Ciudad Condal desde su fundación. Con el tiempo se convirtió en fan absoluto del jugador portugués Luis Figo y la marcha de éste al eterno rival, el Real Madrid, le sumió en una profunda depresión. Decidió dejarlo todo, hacerse socio del equipo blanco e iniciar una nueva vida en la capital de España. Actualmente regenta El Tapadillo, humilde tasca de Alcobendas especializada en pan con tomate a la catalana. Allí asombra a sus clientes recitando de memoría y sin errores más de quinientos decimales del número pí cada vez que le dejan una generosa propina y recuerda emocionado el día que Alfredo Di Stefano entró en su local y se tomó una gaseosa. “Los papeles de Salamanca están bien donde están” es el mensaje que desea transmitir a los internautas españoles.

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