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13.6.05

TODOS LOS HOMBRES DE "EL SONRIENTE"



Como les he dicho justo hace un post, ha sido un fin de semana intenso. Porque no sólo hubo salones y conciertos. Sexo, Droga y rock’n’roll. Hubo más cosas. Lo terrible vino el domingo por la noche. Que me pongo en la cama y decido leer un rato. La última entrega, el desenlace, el arco definitivo de mi querida Transmetropolitan de Warren Ellis y Darrick Robertson. Llevaba demasiados meses aguardando en la pila de lecturas pendientes. No sé muy bien por qué si resulta que me encanta. Quizá porque era el último y me sabía mal no volver a encontrarme con Spider Jerusalem sin saber cómo le habían ido las cosas. Lo mismo me ha pasado con El Víbora, que despues de 20 años de religiosa compra mensual tengo los cuatro últimos números por leer. Quizá para dar la (falsa) sensación de que todo sigue igual.

A lo que iba, que me voy tarde a la cama, a las doce y veinte, un poco cansado, y me llevo un tebeo conmigo. Un tebeo grueso, eso sí, ya que El canto de cisne recopila los números 52 a 60 de Transmetropolitan. Y me pongo a leer. Me leo el primer ejemplar USA, rápido, claro, que es lectura intensa, rica y a la vez muy ágil y continuo con el siguiente. Y sigo. Y el tiempo avanza y yo feliz, y eso que a las ocho entro a trabajar, eso es impepinable. Y al final me lo zampo enterito, sin pausa, aplaudiendo en silencio las acometidas de Spider Jerusalem contra “El Sonriente” Presidente Callahan, temiendo por su vida y alegrándome por la revuelta de una sociedad narcotizada. “¿Quién iba a saber que recordaban cómo rebelarse?”. Y toda esa emoción en silencio, que doña absenta dormía profundamente a mi lado. Y yo ahí, como un cosaco entre las páginas de un tebeo.

Cuando colgué por aquí lo de la sociedad borderline recomendaba la lectura de Transmetropolitan. Como buena obra de ciencia ficción, el futuro inmediato que describe es tan sólo la sociedad actual hiperrealzada. Los transientes, humanos que modifican su cuerpo con genes alienígenas. Química mágica. Contaminación. Desechos humanos. Millonarios New Age. Presidentes que tensan al máximo el sistema para crear dictaduras con apariencia de democracias envidiables. Agotador e inhumano bombardeo mediático. E internet tocacojones. Spider Jerusalem debería ser el icono bloguero si no fuera porque mi desencanto actual para con la horrosfera supone que la creación de Ellis y Darrickson es demasiado icono para tan poca cosa. Y es que la sociedad borderline todo lo devora. Prefiero a Spider Jerusalem impoluto como el gran personaje que es, de los mejores de los últimos años. La lástima es que sea eso, un personaje.



También me ha hecho cierta gracia leer las últimas viñetas pensando, precisamente, en el final de uno de sus referentes más claros: Hunter S. Thompson. El otro es el propio Ellis, claro. En definitiva, una puta joya, con alguna bajada de ritmo en su mitad, todo sea dicho, que remonta el vuelo espectacularmente en un final adrenalítico y emocionante. Les dejo con un divertido diálogo y la lista de los álbumes y arcos con que Norma editó la colección norteamericana de 60 comic books.

- ¿Hay alguna parte de tu cerebro que no uses?
- La parte muerta. ¿Por qué?
- Voy a tener que usar parte de tu cerebro como almacén de datos. No mucho.
- ¿Cuánto? Habrás notado que mi cerebro ya no está inmaculado.
- Nunca lo estuvo. Te voy a comer tanto espacio como el recuerdo de tu última cagada.
- Fue una cagada épica.



De nuevo en la calle 1 a 4
Matame a besos 1 a 2
El año del bastardo 1 a 3
La nueva escoria 1 a 3
Acoso y derribo!
Ciudad Solitaria 1 y 2
Regreso a los orígenes 1 a 4
Requiem
Sale el sol
El canto del cisne

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