ENANAS, PIELES Y SECTAS

Leído Grip: El extraño mundo de los hombres. La aportación de Gilbert Hernández al sello Vértigo. Vaya por delante que es un tebeo raro raro raro. Pero mejor ir por partes.

Gilbert es uno de los Hernandez Bros. Figuras indispensables para conocer la historia y evolución del cómic independiente norteamericano. Su cabecera Love and rockets es mítica. Modelo primigenio e inspiración de lo que vino a llamarse segunda oleada de underground americano. O algo así, ya que más que underground es mejor hablar de revista (inicialmente fanzine) al margen de las grandes editoriales. Gilbert siempre me había gustado más que su hermano Jaime. La razón: Sopa de Gran Pena, el fastuoso culebrón ambientado en la población de Palomar. La descubrí gracias a El Víbora y guardo como oro en paño los números que se le dedicaron en la colección Historias Completas. Ahora hay una edición integral de más de quienientas páginas. Esperemos que La Cúpula se decida a publicarla algún día en idéntico formato y resarciendose así de la dispersión, desorden y caos que ha caracterizado la edición española de la obra de los Hermanos Hernandez.

Si se fijan, digo que Gilbert siempre me había gustado más que Jaime. Lo digo en pasado. Con el tiempo creo que Jaime ha ido superando a su hermano. Las historietas de éste cada vez resultan más crípticas y complejas. Ojo que ese continuo desorden narrativo a base de flashbacks (sólo hay que leer Río Veneno) sigue siendo apasionante, pero las Locas de Jaime ganan en coherencia con el paso del tiempo. Gilbert también ha coqueteado cerca del mainstream sin demasiado éxito hasta la fecha. Estoy pensando en Yeah!, realizada en colaboración con Peter Bagge, una divertida comedia adolescente que se inspiraba y actualizaba el tono de los tebeos de Archie y compañía que mereció mejor suerte. Y su aportación a la línea Vertigo de Dc es, desde luego, rara rara rara. No a los niveles de un Stray Toasters pero casi.

Vaya por delante que el tebeo, una limitada de cinco números reunida en TPB, me ha gustado pero no entusiasmado. Es fallido. Se dispersa en su último número. Uno no sabe muy bien qué demonios explica la historia. Una historia con pieles que cobran vida separadas del cuerpo que enfundan, con sectas, mesias pasados de rosca, heroinas enmascaradas, secretos experimentos gubernamentales, niñas con poderes, enanas jamonas, delincuentes con malas pulgas, alteraciones de la personalidad y amnesia. Un patiburrillo generoso en capacidad de sorpresa y perplejidad pero mal resuelto.

La obra es personalísima y lleva claro el sello del mayor de los Hernandez. Ya de entrada por el dibujo, lo mejor del álbum. Fantástico. A mi es que me gusta mucho y el coloreado de Pamela Rambo le sienta de narices. Osea que sí, que siento placer estético mirandolos dibujos y por eso ya me merece (a mí) la compra pero que tampoco es una virtud que me guste resaltar por sí sóla. La historia falla, irremediablemente, en su tramo final.

La estructura narrativa en flashbacks; que sea coral y formando un universo de personajes cerrado en sí mismo, hermético; la presencia de secundarios como las tres heroinas enmascaradas o la niña tuerta; una especie de surrealismo o nonsense muy particular. Todo son rasgos habituales en la obra de Gilbert. Pero también da la sensación de que el tipo se puso a hacer el tebeo sin tener claro cómo iba a terminar. Toda la parte mesiánica y de la secta me recordó, y mucho, al Superviviente de Palahniuk. O a todo el rollo de Wacko. Pero como digo no es un tebeo que se pueda recomendar alegremente. Ni mucho menos. Ustedes mismos. Si son fanes fatales de la obra de los Hernandez Bros. O si se dedican a recopilar tebeos que toquen el tema sectista (que los hay, desde la tontería de la Corporación Trina en Los Vengadores al Burn Again de Charles Burns). Si les gustan los rompecabezas ligeramente incomprensibles. Adelante. Si lo suyo es un diáfano presentación-nudo-desenlace mejor que no.