No es mi intención ponerme pesado con esto de los cumpleaños de serie B, pero es que estos días de febrero están resultando una auténtica mina. De hecho, no puedo resistirme a nombrar los dos nacidos en tal día como hoy: Jack Palance y George Kennedy. Es que da hasta miedo pensar que por estas fechas los grandes rostros de la serie B nacen de debajo de las piedras, creciendo como setas. Los investigadores de lo esotérico deberían poner manos a la obra y dejarse de casa encantadas y demás engañabobos, que esto parece tomar una extraña y caprichosa forma. Si absencito hubiera nacido por estas fechas creo que tendría su destino profesional bastante encaminado.
Que ya les digo que no quiero cansarles con el tema éste de los festejos y aniversarios pero es que es imposible pasar por alto, y más con los antecedentes de ayer, que tal día como hoy, en 1919, llegaba al mundo nada menos que Jack Palance, actor indispensable y el hombre que, según las malas lenguas, en 1993 leyó el nombre de Marisa Tomei como ganadora del oscar a mejor actriz secundaria por Mi Primo Vinny cuando, al parecer, en el cartoncito figuraba otra persona. Y que luego, o antes, se puso a hacer flexiones como un loco en plena ceremonia. Su filmografía, por cierto, es gloriosa desde que debutó en la estupenda Pánico en las calles haciendo de mafioso infectado por la peste. ¡Y qué decir de George Kennedy! Heroico veterano de la 2ª Guerra Mundial nacido en 1925 que, en los 70, se convirtió en un auténtico gafe: si acudía a una ciudad, barco o instalación esta estaba condenada a la catástrofe. Resulta difícil encontrar una película de la saga Aereopuerto en la que no esté presente mientras que en Terremoto dejaba para la posteridad una de las frases más antológicas de la historia del cine: “es que los terremotos sacan lo peor de las personas”. Y se quedaba tan ancho mientras contemplaba el egoismo de la supervivencia.
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