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31.10.12

SCOOBY DOO Y EL ESPÍRITU DE HALLOWEEN




Hace tiempo que quería dedicar el post de Halloween de este blog a los monstruos y villanos de los primeros episodios de Scooby Doo. La serie de Hanna & Barbera merece un puesto de honor en tan señalada fecha porque es una de las máximas expresiones del Espíritu de Halloween: la celebración del horror y lo monstruoso por parte de la infancia. Pero es que no es sólo eso, en términos de cultura pOp Scooby Doo resulta fundamental como parte del diseño del grupo juvenil que se enfrenta al terror (normalmente un Cabrón del Campo en clave American Ghotic).

No está de más recordar la comparación con La Matanza de Texas que publiqué por aquí hace ahora cuatro años (joder cómo pasa el tiempo) y que acabó reformulada en un Repronto. También se hace necesario subrallar las ideas de ese texto tras el visionado de Cabin in the Woods: al fin y al cabo juega con el sacrificio ritual de unos arquetipos de grupo juvenil que ya estaban muy bien definidos en el Scooby Doo de 1969 (la virgen y el estudiante se unifican en Vilma mientras que el loco/tonto se desdobla entre Shaggy y Scooby).

Otro elemento a tener en cuenta es que la serie entronca muy bien con la filosofía del Truco o Trato planteada como pacto del espectador con el género fantástico. Si se opta por el Truco, y no por el Trato, los monstruos no son más que realidades disfrazadas. No existen lo fantástico y el monstruo siemrpe resulta ser un ser humano con intenciones de lo más mundanas.

Pero a lo que íbamos, si quería tomarme la molestia de capturas los monstruos de los 25 episodios de Scooby Doo Whera Are You? es porque visualmente me resultan de lo más hermoso y guardan en su interior al Espíritu de Hallowee. ¿Por qué 25? Pues porque esos fueron los episodios de media hora que lanzaron la serie. Luego la cosa se corrompió un poco al alargarse a la hora de duración e introducir invitados. Estos 25 episodios conforman la totalidad del cánon original de Scooby Doo. Y no está de más recordar al responsable de su diseño: Iwao Takamoto. Tras esta galaría nadie dudará de su condición de maestro del horror pOp.
 
El Caballero Negro  
(What a Night for a Knight)

El Fantasma del Vazquez Castle 
(Hassle in the Castle)

El Fantasma del Capitán Cutler
(A Clue for Scooby-Doo)

El minero 49
(Mine Your Own Business)

El Fantasma de Gerónimo
(Decoy for a Dognapper)

El Fantasma de Elias Kingston
(What the Hex Going Is On?)

El Hombre Mono de la Montaña Prohibida
(Never Ape an Ape Man)

El Robot Fantasma
(Foul Play in Funland)

El Maestro de Marionetas
(The Backstage Rage
 
El Payaso Fantasma
(Bedlam in the Big Top)

A Gaggle of Galloping Ghosts, décimo episodio incluía tres monstruos de lo más clásico:

El hombre lobo

El monstruo de Frankenstein
Drácula

La momia de Ankha
(Scooby-Doo and A Mummy, Too)

Which Witch is Which?, episodio número 13, incluía dos monstruos:
El Zombi

La bruja

El Alien Fluorescente del Espacio
(Spooky Space Kook)

El navio fantasma de Barbarroja

El fantasma de Barbarroja
(Go Away Ghost Ship)

El Fantasma Verde
(A Night of Fright is No Delight)

El Fantasma de la nieve
(That's Snow Ghost)

El Fantasma de Mr. Hyde
(Nowhere to Hyde)

Los Fantasmas Zen-Tuo
(Mystery Mask Mix-Up)

El Creeper
(Jeepers, It's the Creeper)

El hombre de las cavernas
(Scooby's Night with a Frozen Fright)

El Espectro Fantasma
(Haunted House Hang-Up)

El Brujo Tiki
(A Tiki Scare is No Fair)

El Fantasma del Hombre Lobo
(Who's Afraid of the Big Bad Werewolf?)

El Fantasma de Cera
(Don't Fool with a Phantom)





CRÓNICAS DE SITGES 2012 (XXVII): BERBERIAN SOUND STUDIO


A ver, tan sólo un detalle que lo dice todo: a la hora de proyección me di cuenta de que estaba gozando de esta película literalmente con la boca abierta. Deslumbrado, y no tanto por la imagen sino por el sonido, porque una de las muchas decisiones de riesgo es esa, que tan peculiar homenaje al cine italiano de subgénero y locura arrincone el poder de lo visual y acuda a los otros sentidos. Berberian sound Studio es la historia de un apocado técnico de sonido británico, especializado en sonorizar documentales rupestres de la campiña inglesa, que viaja a Italia para trabajar en una película de terror de serie bé, una película de ese periodo sin igual en el que el cine italiano se avivó a sí mismo en un torbellino de abyección y locura, a menudo con la simple excusa de hacer caja y llamar al instinto primario con picaresca mediterránea. Como fan de ese cine me maravillo de esta película extraña en la que un pobre inglés se ve obligado a sonorizar torturas vaginales con hierros candentes mientras la mano enguantada del giallo, esa mano que empuñaba cuchillos, sube volúmenes y ajusta canales de audio. Tratar al giallo como sonido y no como imagen es un atrevimiento sin igual,  y más cuando se hace sin concesiones, sin caer en la tentación de que veamos la otra película sino siempre las sandías y hortalizas que simularán cerebros y cuerpos desmembrados y a las secretas reinas del grito y el recitado satánico. Es una película extraña, sí, pero ahí estaba yo maravillado. Una película que no lo explica todo y que deja cosas por ahí flotando, con un dibujo malsano de la industria italiana más abisal (aquella capaz de facturar filmes como Riti, magie nere e segrete orge nel trecento), la atmósfera kafkiana de la productora y la bruma que envuelve la verdadera situación del protagonista, nunca aclarada. Berberian Sound Studio es una especie de Arrebato (esa obra maestra) con espíritu británico y tentación eurotrash. Un viaje a la abducción del horror por parte de un espectador que primero no entiende, luego rechaza y que al final abraza la propuesta del subzine y la lleva a la práctica haciendo uso de su especialidad, el sonido. Lástima que no todo el mundo disfrutara con ella tanto como yo, quizá porque las expectativas estaban muy altas.

CRÓNICAS DE SITGES 2012 (XXVI): COSMOPOLIS


No vi Cosmopolis en las mejores condiciones. Esto es así y debo señalarlo porque resta puntos a mi opinión sobre ella. Es indudable que el corpus literario que David Cronenberg lleva al cine es para sacarse el sombrero. Burroughs (El Almuerzo desnudo), Ballard (Crash) y ahora DeLillo conforman una trinidad nada santa y una declaración de principios por sí misma. Y conste en acta que no he leído Cosmopolis, lo cual es una putada no sólo porque me reste capacidad de análisis, sino porque la tengo por casa (por partida doble, en un despiste) y no me gusta leer libros mientras tengo frescas las adaptaciones cinematográficas. Cosas mías. De la película me encanta la escena de la inspección anal y me fascina lo que se ve por la ventana de la  enorme limusina (segunda peli de Sitges 2012 con el vehículo de lujo por excelencia) en la que viaja el joven millonario especulador. Esa civilización que de fondo vemos pasar del atasco a la revolución violenta con insonorizada parsimonia es hipnótica y bella, sobre todo en términos de sociología borderline contemporánea (y de narrativa cinematográfica pura). A cambio, debo decir que por cansancio fílmico no llegué a disfrutar del todo con ella, y que incluso en su tramo final  (cuando salen definitivamente la limusina) percibí un cierto tono teatral que quizá me distanció un poco, aunque no lo suficiente para dejar de percibir que es una de las más acertadas visiones de nuestro peculiar apocalipsis, dominado por próstatas asimétricas y la cotizaciones del yuan.

19.10.12

DE ENTRE LOS MUERTOS, VEN Y MIRA

Miro la nota de prensa que presenta la programación completa de la Semana de Cine Fantástico y de Terror de Donosti y noto la habitual simpatía que siento hacia este certamen pese a no haberlo visitado nunca. Como cualquier trabajador, raciono mis días de vacaciones y ese cupo queda cubierto por Sitges, que me cae más cerca y le tengo cogida la costumbra. La programación es tan estupenda como siempre. Algunas pelis se han visto en Sitges y otras se presentan por primera vez ante ese público gamberro del que tan bien me hablan todos los asiduos.

Hay, pero, una nota triste. Si nunca fui al Semana, lo que sí hice siempre fue comprar el libro que editaban cada año. Como colección de textos sobre el cine de género, creo que ha sido de las mejores que se han hecho nunca por aquí. 14 libros como catorce soles, con su lomo negro y su gramaje absurdo (por alguna razón, el papel pesa más de lo habitual), su fastuosa selección gráfica y, claro, sus textos sabios sobre el cine que más disfruto. Siendo fiel seguidor de la colección, imaginen la ilusión que me hizo participar en la entrega del año pasado, Ven y Mira, dedicado al cine fantástico y de terror más incómodo, prohibido y perseguido. Me salió uno de los textos de los que más orgulloso estoy (tampoco he escrito tantos en formato noble, fuera de internet) y encima rodeado por un montón de firmas a las que admiro. Bien, dicho esto, pueden llamarme gafe. Parece que Ven y Mira fue el último libro de la colección, o no; lo que sí es cierto es que este año la publicación falta a su cita. La explicación, claro, está en esta crisis total que nos lleva por la calle de la amargura y que en lo cultural está siendo demoledora, porque sepan que estos libros no se escriben por dinero (en realidad, están bastante mal pagados) sino por amor. Y estos, en concreto, tan mal no deben funcionar porque algunos de ellos están ya agotados.

Regresando a Ven y Mira, el volumen coordinado por Rubén Lardín en el que participé (aquí lo que escribí cuando salió y el indice; y aquí, cuando se resolvió el tema judicial de A Serbian Film, publiqué extractos de uno de mis textos). Mi intención inicial era ir enlazando o colgando por aquí las diversas reseñas que sobre el libro se iban publicando, por tenerlas compiladitas y por ir recordando su existencia, claro. Al final la dinámica perversa que domina mi escaso tiempo lo impidió, así que nada mejor que aprovechar esta entrada para llevarlo a cabo. Les dejo a continuación algunas capturas de prensa en papel y luego enlaces a textos sobre él publicados en blog. Si alguno de ustedes recuerda alguno más, ya sabe a donde dirigirse.

Revista Fotogramas, febrero de 2012

Texto de Grace Morales publicado en el Cultura/s de La Vanguardia

Revista de los cines Renoir

Ven y Mira es un gozoso libro, que se lee con la avidez que despierta la prosa bien escrita y bien aderezada, que comenta y desmenuza mucho de lo relacionado con el cine de “la zona prohibida” utilizando para ello el bisturí teórico y práctico proporcionado por grandes como SadeBataillePasolini para diseccionar los tejidos hipócritas de los burgueses fofos, los moralistas pazguatos y los intereses espurios, esos mismos que desde poco después del advenimiento del invento de los Hermanos Lumière han perseguido a todos aquellos que querían transgredir, explorarse, incomodar y/o ganar dinero haciendo cine sobre nuestros rincones oscuros. Sigue leyendo lo que escribió Dr. Zito en su blog

Algunas palabras clave de The Act of Seeing with One’s Own Eyes (1971) en IMDb: “autopsia”, “fluidos corporales”, “víctima de quemaduras”, “cuerpo desnudo”, “cadáver”, “incisión”, “sin palabras”, “vial de sangre”, “rito funerario”, “calavera”.  Sigue leyendo la reseña de Noel Ceballos en El Emperador de los Helados.

El volumen analiza todos los aspectos posibles del por qué de estas polémicas, condena la censura, y ahonda en según que asuntos. A rasgos generales, el libro es súper recomendable. (En el blog Aquí vale todo)

Si no se hicieron con Ven y Mira en su momento (malandrines) o lo leído aquí y ahora les motiva lo suficiente, recuerden que pueden adquirirlo directamente a la Semana de Donosti o en este enlace a Amazon que les dejo aquí abajo.

CRÓNICAS DE SITGES 2012 (XV). CHAINED



La hija de David Lynch regresa a Sitges, donde ganó hace algunos años con Surveillance (que no pued ever y que no he recuperado, por cierto). Y Sitges es territorio lynchiano porque allí fue donde triunfó Terciopelo Azul. De todas formas, y aunque seguramente late en su interior la perversidad del cine que la alimenta por sangre, Chained se aleja o no comparte ese inquietante universo paterno. Ojo, que no digo que eso esté mal porque no lo está (y de hecho, cuando me toque hablar del Antiviral del hijo de Cronenberg verán que es el caso contrario).

Supongo que sacar a relucir la ascendencia familiar está feo y que Jennifer Lynch debe estar harta de ello, pero viene al caso porque Chained hace de las relación paternofilial su epicentro, aunque tomando un curioso desvío que yo definiría como melodrama de psicópatas. La historia es la de un niño secuestrado por un maníaco asesino que rapta mujeres y se las lleva a casa (sita en la soledad de la América profunda), donde abusa y liquida de ellas. Al niño le salva la vida, lo encadena y se dedica a darle durante años una educación sin duda peculiar. Y cuando el chaval llega a la adolescencia, los problemas crecen., claro. La peli tiene interés, se sigue muy bien y Vincent D’Onofrio está estupendo, pero por alguna razón no me entusiasmó demasiado, entre otras cosas porque el giro final creo que está algo mal llevado y le noto sutura y pegament. En definitiva, que no está mal la peli pero… sí, ese pero; ese pero de espectador rancio que no puedo evitar aquí. 

CRÓNICAS DE SITGES 2012 (XXIV): CITADEL



Antes de iniciarse la proyección de esta modesta película británica, primera de su director, éste comentó al público asistente un detalle que me parece fundamental: el protagonista sufre de agorafobia porque el mismo, víctima de una paliza en su infancia, la padeció durante años. Así que Citadel se alimentaba de dos cosas: su enfermedad y su pasión por el cine de terror. Piensen en ello: un director agorafóbico volcando sus miedos en una película de horror. Eso explica muy bien porque me sedujo tanto la atmósfera opresiva e irrespirable de esta película, por otro lado muy modesta y en la que intuyo, por otro lado, que serpentea algún tipo de mensaje e idea que no debería ser de mi agrado, pero que soy incapaz de localizar mientras disfruto de sus otras virtudes.
Citadel hace del extrarradio y el suburbio urbano un protagonista más. Barrios de bloque y aluminosis abandonados por la crisis, paisajes del derrumbe y el Apocalipsis contemporáneo. Soy muy fan de las arquitecturas del mal, del edificio maldito con vida propia. Como tema tiene diferentes variantes, pero en los últimos años detecto su presencia renovada en películas tan diferentes como La Horda o Attack the Block a las que habrá que sumar esta Citadel en la que un joven viudo agorafóbico lucha por defender a su bebé recien nacido del acoso de una banda de adolescentes encapuchados en un barrio desértico y abandonado de esos que también nosotros vemos por la ventanilla del tren de cercanías cuando nos alejamos del corazón de la urbe. La Arquitectura del Mal como motor de nuestros miedos de hoy, entre hipotecas y deshaucios.

Detecto en Citadel una actualización del viejo cuento del troll roba niños; también veo a Ballard porque es inevitable verle entre esos edificios de cemento gris y solitario; anda por ahí Cronenberg, en la capucha de la gabardina de esos adolescentes que emergen del edificio en cuanto se pone el sol, monstruos contemporáneos creados por el fin del bienestar; y también veo a Fulci porque hay algo seco en las grietas de las paredes, y porque sale un cura maldito y un niño ciego. Veo todas esas cosas y señalo Citadel como una peli a descubrir, llena de detalles pese a su modestia y a ese algo, ese pero, que por fortuna no puedo concretar.

18.10.12

LA VERDADERA HISTORIA DEL POP. CAPÍTULO 32

Esta mañana leía al Capitán Urias (otra persona sabia) sobre el estreno de su documental Songokumanía: el big bang del Manga, dedicado al fenómeno Bola de Drac y el tipo de proyecto que me interesa sobre cultura pOp. Mirando el trailer que se incluye en dicho post, enseguida mis ojos repararon en el titular de una noticia sobre el escándalo generado y la habitual reacción política. Así que como es habitual en esta casa enseguida me he lanzado hacia la Hemeroteca de La Vanguardia, que en su edición del viernes 11 de agosto (sí, ese mes) de 1995 publicaba la noticia que les reproduzco a continuación.






Tras leer la vieja noticia lo primero que he pensado ha sido: "mira, en cuatro días los niños a quienes querían prohibir Bola de Drac le entregarán la mayoría absoluta en el Parlament". Afortunadamente, Paco Alcázar ha venido al rescate para señalar la verdadera noticia importante publicada en esa página de La Vanguardia.



CRÓNICAS DE SITGES 2012 (XXIII): MODUS ANOMALI



Un hombre despierta enterrado en un bosque, descubre que tiene amnesia, que han asesinado a la familia cuyas fotos lleva en la cartera y que un tipo le persigue entre los matorrales con un machete e intenciones nada buenas. Tras el bombazo de The Raid en Sitges 2011, este es el título que venía este año a cubrir el cupo indonesio, y con bastantes expectativas por eso que llaman el culto instantáneo. Pero si The Raid era el gran festival del tortazo indonesio, Modus Anomali es un thriller que no pasa de voluntarioso ejercicio de tensión durante buena parte del metraje para luego dar un total vuelco argumental absolutamente inverosímil. El largo juego del escondite no llegó a atraparme nunca y la sorpresa final es tan rebuscada que no me la creí nada. Buscando algo positivo, hay que alabar la ambición y el trabajo realizado con un presupuesto que se antoja escaso.

17.10.12

CRÓNICAS DE SITGES 2012 (XXII): ROBO-G


En algún sitio, alguien dijo, escribió o dejó caer como si tal cosa que esta comedia japonesa venía a ocupar el sitio que Matsumoto (Dai Nipponjin, Symbol) dejaba libre en Sitges 2012. Así que hacia allí fuimos en busca de genialidad neocómica y nos encontramos con otra cosa, una comedia de corte infantil sobre un aburrido anciano al que recurren unos ingenieros ineptos para disfrazar de falso robot en una convención. Una cosa que sí, vale, no molesta y es agradable durante un rato, pero también un producto inane y comercial (en términos nipones) que poco aporta y nada rasga. Como mucho, sirve para anotar que en Sitges 2012 ha habido dos filmes que vinculan robótica y vejez: ésta y RoboT and Frank, y que ambas toman el camino de la comedia familiar y del engaño. Ah! Me encanta que el diseño del robot de esta película luzca con tanta semejanza a mi querido Archie de la IPC

16.10.12

CRÓNICAS DE SITGES 2012 (XXI): THE LORDS OF SALEM



Cuando al acabar la proyección de la nueva película de Rob Zombie empezaron los silbidos no les daba crédito. O quizá sí, ya que se aliaron dos de los grupos que forman parte el público de Sitges. Por un lado, cinéfilos y críticos poco afines al género cuando se desmanda y que, de hecho, han silbado siempre al autor de Los renegados del diablo. Enseguida pensé cuál hubiera sido su reacción si las delirantes y evocadoras imágenes finales hubieran estado firmadas por, no sé, Peter Greenaway. Le desprecian porque, bah, es un melenudo gritón. Pero esa reacción era esperada, no tanto la otros, la de aficionados al género e, incluso, declarados seguidores de Rob Zombie. Están e su derecho, claro que sí, pero creo que Lords of Salem es muy coherente con su filmografía. También pensé que quizá somos mucho más católicos de lo que creemos y un ritual satánico como el propuesto lleva en su interior la indignación como respuesta. Lords of Salem está hecha desde la convicción satánica (y ahí mi única duda es si el satanismo de Rob Zombie es el de Anton LaVey o el de Aleister Crowley) y desde el amor a su pareja (esa Sheri Moon que acaba dibujada como María satánica). De hecho, como muy bien apuntaba Jordi Sánchez Navarro (tipo sabio) a la salida, quizá el problema está en que la película funciona mejor como ritual que como cuento de miedo. En lo segundo, en lo de historia de terror, es posible que pese a su bella imaginería del horror, hubiera quien la pensara floja porque no hay sacrificios explícitos (mira tú, la teoría que subyace en Cabin in the woods) ni golpes de efecto gore. Todos conocemos sus referentes (de La Centinela al bebé de Rosemary) o esa historia paralela del historiador de Salem descubriendo secretos en la biblioteca. Códigos, al fin y al cabo, que están para ser usados y aquí en aparente desgana porque lo importante es otra cosa, lo importante es llevarte de la mano al aquelarre de las viejas brujas (encarnadas por actrices ya veteranas, y ahí las arrugas de Meg Foster resultan aterradoras) y a las fascinantes imágenes finales, que aunan psicodelia y satanismo. Pero, sobre todo, los detalles que hacen definitivamente grande Lords of Salem están relacionados con la música, y es que esta es posiblemente la película más musical de su director. Primero, por la hipnótica melodía satánica que despierta al viejo credo. Segundo, por el inquietante uso del All Tomorrow's Parties de Velvet Underground. Es ahí, bajo ese ritmo, que entrego mi alma al demonio.

CRÓNICAS DE SITGES 2012 (XX): SIGHTSEERS



No he visto la muy recomendada Kill List, pero tras disfrutar de la siguiente película de Ben Wheatley ya he realizado los oportunos movimientos. Sightseers es una estupenda muestra de humor negro como hace mucho que no veía, humor negro potenciado por el carácter 100% británico de la película y de lo que retrata, la excursión de una pareja algo borderline por los parajes de la Inglaterra tradicional. Una road movie que pronto toma rumbo genérico hacia el serial killer mientras lo dinamita todo a su paso (o al menos instituciones varias y los estereotipos ingleses más campestres) siempre con elegancia, al mismo tiempo que  deja de lado cualquier atisbo de juicio moral sobre lo relatado, incluso todo lo contrario. Soy muy fan del toque británico para este tipo de historias negras, y Sightseers cumple con todos los requisitos, así que no me queda más que aplaudirla y recomendarla.